Los integrantes de la peña ‘Sacando S’on’ fueron en esta ocasión los encargados de revivir como mayordomos la fiesta de San Antón en Saucelle, celebración muy arraigada en esta localidad de Las Arribes del Duero y cuya liturgia comienza con la tradicional quema de capacho la noche antes del día del Santo, una costumbre con la que los vecinos celebraban el final de la recogida de aceituna y agradecían al Patrón de los animales sus ‘desvelos’ por haber permitido cosechar tan preciado fruto.
Así, aunque cada año resulta más difícil encontrar los canastos de esparto, la hoguera en la Víspera del Santo presidía la plaza y habría una larga noche con convite de los mayordomos y bajo los sones de la gaita y el tamboril, prólogo a este día de San Antón que comenzaba en la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción con una solemne misa en honor al Patrón de esta celebración, que por un día al año relegaba a San Lorenzo en las predilecciones de los saucellenses.
Tras una larga homilía, en la que no faltaron los Pajaritos de San Antón al completo y entonada por Alejandro Piñel con gaita y tamboril en mano, San Antón salía de la iglesia escoltado por los 20 integrantes de la peña ‘Sacando S’on’, ellas engalanadas con mantillas de flores, y ellos luciendo vistosas capas de paño que recordaban a los antiguos cofrades, también empuñando pendones y estandartes anunciando el paso del Santo.
Como es costumbre en esta procesión, los niños volvieron a enlomarse sobre los burros en la procesión camino al mirador de la ermita de San Lorenzo, en esta ocasión gracias a ‘Chuchi el de Bogajo’, que desde esta localidad viajó con sus pollinos para que Saucelle no perdiera esta tradición.
Ya sobre el mirador, el párroco Víctor Sevillano procedió a la bendición de campos primero, y la bendición de los animales después, pues además de los buches, no faltaron los perros, mascota por excelencia en esta localidad como se pudo comprobar.