Las
visitas para practicar el denominado oleoturismo llegan a la almazara
incluso desde China o California y en ellas, además de transmitir todo
el proceso de elaboración del zumo de aceituna y hacer catas, se enseña
la elaboración de quesos, se muestra cómo es la vida del pueblo o
incluso se invita a los participantes a montar en burro. Se cuentan
experiencias, dice Loli, e "intentamos transmitir los valores propios de
esta zona de Las Arribes".
La
localidad salmantina de Ahigal de los Aceiteros dentro del parque
natural Arribes del Duero, siempre ha estado vinculada al mundo del
olivo y del aceite. En época de los romanos, este árbol milenario ya
ocupaba los terrenos orientado hacia el poniente, porque era la mejor
manera de adaptarse al suelo. Y así continúa en pleno siglo XXI,
ofreciendo una variedad de aceituna autóctona denominada "zorzal de
Arribes", única en el mundo y de una alta calidad en su aceite, lo que
ha convertido a esta zona del oeste salmantino en un atractivo más para
desarrollar un nuevo modelo de turismo basado en el preciado líquido.
Aceiteros
del Águeda, empresa propietaria de la primera almazara ecológica de
Castilla y León, cuenta actualmente con una extensión de unas 200
hectáreas de olivar. Sus dueños, con raíces en esta localidad del
Abadengo, se propusieron hace cinco años transmitir la tradición
milenaria que les ha caracterizado.
Por
eso pusieron en marcha esta almazara en la que, además de fabricar
aceite ecológico, llevan a cabo visitas guiadas para mostrar el proceso
de su elaboración. El aceite de Ahigal es frutado, amargo y picante,
características propias de todo oliva virgen extra, pero que le valieron
a este aceite para obtener-el pasado mes de mayo- la medalla de oro en el premio CINVE Internacional , amparado bajo el distintivo Tierra de Sabor y Marca Natural.