Con una mañana fresca pero con un sol alegre, los participantes a la XXI Marcha de Senderismo "Arribes del Duero" iban llegando para formalizar la inscripción y recoger el regalo conmemorativo que en esta edición ha sido un bastón de senderísmo.
Sobre las 10:30 h., los primeros participantes tomaban la salida siguiendo a los guías, desde el Rollo de la Justicia, que en diferentes balcones se podían ver pancartas en contra del lobo y los recientes ataques sobre el ganado.
Por delante, los senderistas tendrían 14 kilómetros de arribes de inigualable belleza, con los almendros en flor, elementos de la arquitectura tradicional y ganado en medio de su ciclo vital. Siguiendo los pasos de los ancestros por antiguas calzadas empedradas y serpenteantes senderos, la ruta se adentraba con dirección al Molino "La Luisa", antiguo molino harinero rehabilitado, y que marcaba el camino hacia el Monte Gudín.
Los participantes tuvieron un alto en el camino y fueron obsequiados con una naranja y una botella de agua, que sirvieron para reponer fuerzas y mitigar el calor que ya se empezaba notar para seguir hasta La Barca donde les aguardaría una suculenta comida a base de asados de carne de cerdo, pan, agua, vino, naranjas, café, aguardiente y rosquilla casera.
Ya de regreso al pueblo en microbús, los senderistas podrían asistir a una actuación de folclore en el frontón de pelota.